(Me espanta) la asquerosa avaricia
de las grandes marcas publicitarias
que, como canes sarnosos,
marcan el terreno de lo icónico.
Me gustaría imaginar
manzanas, estrellas y pájaros
libres del aguijón sedante
de lo anunciado por inoculación.
La Gran Marca atenúa
la vista del consumidor
y pone sus narices ante un velo,
el velo de la gran fiesta sarnosa
-que todavía no ha acabado-
en la plaza mayor.
Pingback: Eurocon 2016 Barcelona. Literatura sin género de dudas (II) | textosensolfa