Soy un parásito,
solo yo sé
ser invisible,
epilépico;
anímicamente inestable,
pero intencionadamente constante.
Solo yo sé
mantener en estado de shock
al amor;
solo yo sé
ser esporádico
y eyacular
mi toxicidad,
mamando sin descanso;
solo yo sé
poner rumbo a mi destino
sanguijuelo.
Soy un parásito orgulloso,
práctico y ortodoxo;
me río en la cara
de quien fuerza su sonrisa;
solo yo sé
tener prisa en yacer
encima del cuerpo
de quien me alimento,
ahogándola poco a poco
en su caldo de esfuerzo.
Soy vital, soy un parásito normal;
soy tan normal
que no me gusto
por eso vivo a disgusto
y a expensas
del amor
que he construido
con un par de piezas
recicladas;
porque vivo a expensas
del amor
en estado
de shock