El adoquín brotado

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Érase una vez

un adoquín brotado

al que llamaban marginado,

por eso estaba preocupado.

Pero un día descubrió

que cuanto más crecía,

más se desprendía

del gris alquitrán.

Así que extendió

su brote,

sin plantearse qué dirán,

y lo hizo crecer y crecer,

hasta arrancarse del suelo,

hasta arrancarse

del alquitrán.

Y fue a contarle

la historia de su huida

a su amiga Clorofila

a quien por cierto hacía tiempo

que no veía.

2 respuestas a “El adoquín brotado”

  1. Avatar de Dani Espresate

    Brotando
    y confiando
    y no pensando
    en el qué dirán
    (ni en el alquitrán).

  2. […] nasales hay tesoros urbanos: edificios inesperados, farolas elegantes, barandillas de balcones, adoquines rebeldes y nidos de pájaros. Si tienes tiempo, observa si en alguno de los balcones alguien está […]

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