Tenía ganas de recuperar esta historia. Tan real como interesante, la historia de Matilde Horne nos adentra en las luces y sombras del sector editorial y pone de manifiesto, sin duda, la valiosa dedicación traductora, que es siempre secundaria. Matilde Horne fue quien tradujo la trilogía de J. R. R Tolkien, “El Señor de los Anillos”, “Las dos Torres” y “El retorno del Rey”: cuatro millones de ejemplares vendidos en España y América Latina entre 1977 y 2001.
¡Quién no se ha leído “El Señor de los Anillos”…!
Minotauro se encargó de la edición del libro hasta que la editorial fue vendida a Planeta en 2001, coincidiendo con el estreno de la primera película de “El Señor de los Anillos”: “La comunidad del Anillo”. La explotación comercial de la obra a través de numerosos formatos se convirtió en una tendencia que duraría años, empujada como es obvio por la versión cinematográfica, que acercó el género de la fantasía al gran público.
Pero J. R. R Tolkien no escribía en español.
Matilde Horne
Detrás de la autoría, estaba la traducción. Detrás de la explotación comercial, estaba la pluma de la traductora; la autora de la traducción, la creadora; la artífice de levantar la corporeidad de la obra en español. Matilde Horne, de origen argentino, se trasladó a Barcelona en el año 1978, y fue en la Ciudad Condal donde tradujo intensamente, asentada en el engranaje de la editorial Minotauro hasta que las riendas del mercado propulsaron su galope hasta las fauces de Planeta. A partir de ahí, todo fueron ventas; Planeta decidió liberar los derechos¹ y la gran traductora quedó con una escasa compensación económica al respecto.
Es cierto que hoy en día está mejor regulada (superficialmente) la vinculación traductor-editor mediante la creación de contratos y que en los años setenta en muchos casos una traducción pasaba por la vinculación mercantil del contrato de palabra. Sin embargo, el caso de “El Señor de los Anillos” es especialmente revelador y sintomático de lo que pasa cuando una gran editorial abandera una gran obra en términos comerciales. Una obra que en España y Latinoamérica nos leímos en español.
Pero esta historia es una historia feliz porque representa el triunfo de la creación artística. Y en la mercantilización de la difusión artística hay muchas caras; la cara de hoy es la de Matilde Horne, la gran traductora, quien siguió traduciendo hasta una avanzada edad y falleció en 2008 a los 94 años después de una larga trayectoria dedicada a la labor traductora.
1. En la Unión Europea, los derechos de propiedad intelectual del autor se liberan cuando han pasado 70 años de la muerte del autor. No obstante, el propio Tolkien vendió los derechos de El Señor de los Anillos y El Hobbit a la empresa Middle-earth Enterprises propietaria de los derechos exclusivos a nivel mundial, incluyendo las producciones teatrales y las películas. En cuanto a los derechos de propiedad intelectual del traductor, estos se contemplan en muchos casos en contrato mercantil, si bien en muy pocas ocasiones el traductor llega a percibir una parte proporcional real de los mismos.
Fuentes: