Quiero ser sábana al viento,
que se desprenda de mis tejidos
la palabra ornamento;
que la única meta del respirar
sea volar sujeta
a dos pinzas de colores
y deslizarme en suaves ondas de viento zalamero;
que me recojan y me destripen
y de mi blanca piel escape
un hilo foragido
que eche a volar por el campo
y se enrede como madre
en un diente de león en cueros
y una niña que desee ser sábana al viento
lo coja, lo tome entre sus manos
y lo envíe a enredarse en cualquier tendedero.